Cuando Irán atacó a Israel en abril, parecía que estaba demostrando algo, pero Irán efectivamente dio aviso del ataque en términos de cómo lo llevó a cabo, y todo fue prácticamente disparado desde el aire por las defensas israelíes y estadounidenses.

Esta vez es diferente. Parecía que los iraníes querían causar un daño grave y estaban planteando un argumento mucho más agresivo.

El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán emitió un anuncio diciendo que estaban tomando represalias por los asesinatos de altos líderes de Hamas y Hezbolá, y advirtió que si Israel tomaba represalias, a su vez ellos contraatacarían.

La última vez, Joe Biden le dijo al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu: “Gana”, no lleves a cabo una gran respuesta, y no lo hicieron. Esta vez en Israel el ambiente es muy diferente.

Mire el tuit del ex primer ministro Naftali Bennet anoche, usando un lenguaje muy fuerte, diciendo: “Ésta es la mayor oportunidad en 50 años para cambiar la faz de Medio Oriente”. Sostenía que Israel debería atacar las instalaciones nucleares de Irán para “paralizar fatalmente a este régimen terrorista”.

Ahora no es primer ministro (aunque muchos consideran que lo será en el futuro, por lo que se esforzaba en demostrar que es duro), pero eso refleja cierto estado de ánimo en el país.

No descartaría ataques por parte de Israel a cualquier cosa en este momento: sitios nucleares, instalaciones petroquímicas, cualquier cosa que pueda causar daño a la economía iraní.

El escenario siempre fue que Irán tenía una defensa avanzada en la forma de Hezbolá en el Líbano, con un enorme arsenal de armas sofisticadas, para ser utilizadas, en teoría, si Irán y sus instalaciones nucleares fueran atacadas.

Pero en las últimas semanas, Israel ha decapitado a la organización Hezbollah, destruido la mitad de sus armas, según las autoridades estadounidenses e israelíes; e invadió el Líbano.

Se podría argumentar que el poder de disuasión que tenía Irán no sólo ha desaparecido, sino que está hecho añicos. Por eso creo que los israelíes se sienten más libres para actuar. Y Joe Biden está trasladando otro grupo de batalla de portaaviones al Mediterráneo, indicando a los iraníes que si atacan a Israel, también atacarán a Estados Unidos.

Por eso la gente hablaba del miedo a que la guerra se extendiera: la inestabilidad, la turbulencia que surge de todo lo que ha estado sucediendo; ahora lo estamos viendo desarrollarse y deja muy poco espacio para la diplomacia en este momento.